sábado, 13 de septiembre de 2014




Día gris, día de llovizna.
Mientras camino lentamente por las calles desiertas; no busco nada y dejo que todo que sorprenda. A mitad de una cuadra me asalta el aroma de los jazmines; impertinentes, me recuerdan que la primavera está cerca.
Camino un poco más, los colectivos pasan fugaces, salpicando la acera con sueños frustrados y esperanzas a cuesta.
Día gris, día de llovizna.
Mientras camino, lentamente las finas gotas besan mis mejillas y los recuerdos vuelan por mi corazón igual que las golondrinas surcan el cielo de esta ciudad desierta.
Camino un poco más, y las veo. Un poco de vida en un mar de cemento, un poco de alegría salpicada por la llovizna.
Día gris, día de llovizna.
Mientras camino lentamente, sonrío con extrañeza. El día sabe a café e invita a poblar de anhelos esta mañana desierta.  
Camino un poco más; no busco nada, dejo que todo me sorprenda. Mientras abrazo mi ramito de fresias, recuerdo: la primavera está cerca.

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