sábado, 17 de diciembre de 2011

Ojos cerrados

No era tan simple abrir los ojos. No tanto por el miedo a ver, sino a no ver lo que nos gustaría.
Es más fácil que otros nos describan las cosas, que nos cuente sobre el cielo y sus colores, cómo la luz nos pinta un paisaje que no nos atrevemos a ver, a sentir, a vivir...
¿Es realmente más bello vivir en oscuridad? Vivir sin saber si es o no real aquello que nos cuentan, debiendo confiar a ciegas, tropezando con aquello que no vemos. Pero que sería mucho más sencillo esquivar, si simplemente nuestros ojos surcaran el horizonte...
Pero seguimos con vendas, seguimos sin querer ver... Seguimos navegando a la deriva de una oscuridad que podríamos derrotar, todo por miedo.
Miedo de la luz, de los colores, de la verdad...
Miedo a que el mundo no sea lo que imaginamos...
Miedo, por qué no, a encandilarnos...
Miedo a ser nosotros quienes veamos, quienes vivamos...
Miedo que nos vuelve tontos, que nos transforma en cobardes...
Al fin de cuentas, si el mundo no es lo que imaginamos, si vemos, si vivimos, si soñamos... podremos transformarlo...
Pero mientras nos neguemos, por puro capricho, a liberar nuestros ojos... seguiremos siendo esclavos de otros...

1 comentario:

  1. Para la mayoria es un gran beneficio tener los ojos cerrados (no se van a enamorar a primera vista de nada).
    Pero son cobardes,abrir los ojos y ver para cambiar lo que no nos gusta es de valientes

    ResponderEliminar